miércoles, 23 de noviembre de 2011

Cuando Carlos abrió la puerta




Capítulo 5.

No entendí nada me dijo
-Han encontrado al asesino de tu madre, se encuentra en la ciudad donde vives, ten cuidado Elena.
Si, eso fue, solo eso, nada más de repente el teléfono se corto y solamente supe eso.

Un minuto después, Carlos me dijo:
-¿Quién era?

No sabía que decir, no entendía nada. Así que hice lo primero que me pareció mas lógico.
-No sé, han debido de equivocarse.
-Ah vale.
-¿Qué te pasa? -Le pregunte, pues lo note raro.
-No nada, simplemente te estaba mirando y no paro de sentirme culpable.
-¿Culpable?
-Sí.
-¿Por qué? -Dije preocupada.
-Sí no hubiera estado antes con ella, no tendrías que haber pasado por esto, es mi culpa todo, que te haya dejado así, que os hayáis peleado...
-Eh, mírame. Haber tu culpa no es ¿Vale? Tenía que pasar. -Le dije sin dejar acabar su frase.
-Pero...
-Pero nada, Carlos, déjalo ya esta, ya paso.

Se hizo un silencio de un par de minutos, mientras me acercaba a él y le abrace muy fuerte, para sentirle, para que me sintiera, para que supiera que pase lo que pase me iba a tener siempre a su lado.
Salimos de la enfermería

-Bueno mañana nos vemos Elena.
-Vale hasta mañana. Dije mientras me acercaba, directa a darle un beso.

Cuando acabamos le pregunte
-¿A que hora nos vemos?
-A las 8 ¿vale?
-Allí estaré.

Lo primero que hice cuando llegue a mi casa fue llamar a Sonia, y contarle todo, ella me dijo que me apoyaría en lo que hiciera falta y yo se lo agradecí .
Me asomé a la ventana, hacia un día estupendo, cogí mi camiseta rosa, mis vaqueros preferidos y mis botines DC. Me planché el pelo y me peine y fuí rumbo a la casa de él.

Cuando llegué, llame cuidadosamente a la puerta , y entonces le vi, el rostro mas bello que existía, le vi a él.
-Buenos días.
-Hola
-Me abres por favor
-Claro que sí.

Entre en su casa todo era perfecto, estábamos solos, no había nadie en toda la casa. Me puse muy nerviosa. Y Carlos no tardo en darse cuenta.

-Tranquila, no te voy a hacer nada que tu no quieras.
Solté una carcajada y respondí
-Lo sé, Te quiero.
-Eso también lo sé.  -Dijo con una sonrisa que le iluminaba su cara.
-¿Me enseñas tu cuarto?
-Vale.

Me cogió de la mano, y me llevo haya su habitación. Era muy bonita, su color favorito era el azul, y así estaba pintado su cuarto, tenia una cama de matrimonio, con una ropa preciosa, era una habitación muy iluminada.
-Que bonita -Le dije.
-Gracias. -Me respondió
-¿Me enseñas tu armario?
-¿Para qué?
-Hombre no quiero que mi chico vaya mal vestido. -Dije en tono burlón
-Es que yo visto bien. -Dijo mientras habría su armario.
-Pruébate esto. -Le dije mientras le señalaba una camiseta de cuadros celeste.
-Esta bien. -Dijo riendo.
-Evidentemente tendrás que quitarte la que tienes.
-Pues esta me cuesta mucho trabajo ¿me ayudas?
-Claro que sí. -Dije mientras no podía pararme de reír.

Se acerco lentamente a mi, y me levante del sillón y empece a desabrocharle la camiseta.
-Espera.
-¿qué pasa?
-Nada, pero se me a ocurrido una cosa.
-JAJA, ¿El qué?
-Haber por cada botón que me quites tendrás que responder a una pregunta ¿vale?
-Vale.
-¿Cuál es tu color favorito?
-El celeste, el de tus ojos -Dije mientras el se sonrojaba
-¿Playa o montaña?
-Playa
-¿Donde veraneabas de pequeña?
-En un hotel de Cádiz, luego me iba a la playa.
-Yo también iba ahí.
-¿Con tus padres? -Le pregunté
-Solo con mi madre
-¿Y tu padre que?
-No quiero hablar de él, lo siento pero con 1 año me abandonó
-Lo siento
-Gracías. -Dijo el tristemente.
-Bueno ya se acabo el interrogatorio, me pondré la camiseta.
-Sí esta te queda mejor sin duda. -Le dije mientras terminaba de meterse la manga.
-Te Quiero. Me dijo mientras me acariciaba.

Le iba a devolver su "Te quiero" pero vi algo, tenia una foto de dos niños en la playa junto a un castillo de arena.

-¿Eres tú el de la foto?
-Bueno sí era. ¿Por qué?
-Es curioso yo tengo la misma foto, mi madre me dijo que me la hizo cuando estaba de vacaciones con mi mejor amigo de la infancia.
-Entonces tu eras mi amiga de la infancia
-Sí
-Ahora comprendo porque te conozco tan bien. -Dijo riéndose.

Era algo fantástico, él era mi amigo de toda la vida, eso lo explica todo, ya nada puede ir mejor.

-Carlos, antes te metí me llamo mi padre pero no lo entiendo me dijo que el asesino de mi madre vivía en esta ciudad.
-Que raro, si nunca te ha llamado
-Pues si no lo entiendo perdono por mentirte.
-Vale te perdono pero con una condición vente conmigo esta noche a cenar te llevaré a un lugar precioso ¿Vale?
-Vale.
-Y otra cosa hoy también estoy raro porque mi madre me ha dicho que conocía tu madre.
-Que raro, pues sí
-Bueno vamos a desayunar -Le dije.
 Bajamos al salón y de repente alguien llamo a la puerta.
-¿Esperas a alguien?
-No

Nos acercamos a la puerta.
-Policía. Abra por favor.
-Voy

Nunca olvidaré ese momento en mi vida fue de lo peor que viví. Cuando Carlos abrió la puerta...